¿Qué evidencia vincula la testosterona alta con la salud inmunológica?
Según los resultados de la búsqueda, los puntos clave sobre la conexión entre los niveles de testosterona, la salud inmunológica y el control del peso son:
La testosterona tiene un efecto inmunosupresor, lo que significa que los niveles más altos de testosterona en los hombres están asociados con una respuesta inmune más débil en comparación con los hombres con niveles más bajos de testosterona y las mujeres.[1][2][3] Esto podría ayudar a explicar por qué los hombres son generalmente más susceptibles a las infecciones que las mujeres.
Sin embargo, los efectos inmunosupresores de la testosterona podrían proporcionar una ventaja evolutiva a los hombres. Los resultados de la investigación sugieren que una respuesta inmunitaria algo debilitada, pero no excesivamente fuerte, podría ser más beneficiosa para los hombres, quienes son más propensos a sufrir lesiones e infecciones debido a la competencia física y los roles masculinos tradicionales.[2] Una respuesta inmunitaria hiperactiva también puede ser perjudicial, como se observa en las mujeres, que son más susceptibles a morir por enfermedades inflamatorias sistémicas como la sepsis.[2]
En términos de control de peso, los resultados de la búsqueda indican que los niveles genéticamente más altos de testosterona libre están asociados con una disminución de la grasa corporal y una mayor densidad mineral ósea en los hombres.[4] Esto sugiere que la testosterona puede desempeñar un papel en la regulación de la composición corporal, aunque los efectos a largo plazo sobre los resultados de salud siguen sin estar claros y requieren más estudios.[4]
En resumen, un nivel elevado de testosterona parece tener un efecto supresor sobre el sistema inmunitario en los hombres, lo que podría tener ventajas evolutivas a pesar de una mayor susceptibilidad a las infecciones. La testosterona también parece influir en la composición corporal al reducir la grasa corporal, pero sus implicaciones completas para la salud requieren más investigación.[1][2][3][4]
Referencias:
[1] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7735617/
[3] https://www.nature.com/articles/nri.2016.90
[4] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7591257/
[5] https://www.broadwayclinic.com/article/immunocompetency-hormones-find-out-the-interconnection